Ayer mientras iba en el subte pensaba en las cosas que uno piensa cuando viaja en el subte, el colectivo, y otros medios de transporte. Y en cómo se forman las ideas.
Las ideas nacen en un momento completamente aleatorio y si uno no les presta atención, desaparecen (eventualmente para nunca más volver). A veces uno, quizás en algún otro viaje, las retoma y quizás continúa. Pero el subte llega a la estación a la que uno viajaba, el tipo que va al lado se paró justo en la hoja que a uno le interesa del diario deportivo de turno y la idea vuelve al mar del subconsciente.
Cuántas de las decisiones fundamentales que tomamos en nuestras vidas son producto del 'rejunte' de estas ideas fragmentadas?
Ayer mientras iba en el subte pensaba en crear un Blog para escribir las cosas que pienso cuando voy en el subte, cosa que se me había ocurrido en 7 u 8 viajes anteriores y que había descartado por diversas razones absolutamente intrascendentes. Resta ver si continúo con esto o si es solamente otro fragmento que queda flotando en la inmensidad de lo que pudo haber sido.
2 comentarios:
Quise publicar un comentario en el jardín trasero, mas este medio subyugado a las decisiones supremas del mundo globalizado en el que vivimos no me dio más remedio ni opción que publicarlo en la entrada, expuesto ante el resto de los visitantes. Profunda concepción de una idea, que nos incita a viajar en el tiempo y retrotraernos hacia los comienzos de la historia del hombre y entender de una vez por todas, que aquel gran pensador que tuvo esa brillante idea de inventar la rueda se llamaba Rodolfo (de ahi el nombre de su invención), y que no hubo subte, ni tren, ni colectivo que le sirviese de medio cultivador de ideas, mas rebuscóselas para sembrar el fruto de su psiquis montado sobre el lomo de algún animal, seguramente de gran tamaño para compensar la falta de subte.
Me deja el comentario en la entrada, pero en realidad me parece que buscaba la salida.
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