miércoles, 17 de septiembre de 2008

Visitando la casa de Julio Cortázar en Banfield

Creo que en ningún post anterior comenté acerca de mi admiración por Julio Cortázar. Comencé a leer sus libros de cuentos hace no mucho tiempo (de hecho compré los primeros en la Feria del Libro de 2007, y luego me compré los Cuentos Completos y los agoté en pocos meses), y leyendo algunas de sus biografías, me enteré que pasó diez años de su niñez en Banfield, localidad vecina a la que vivo yo (Remedios de Escalada).

Siempre tuve pendiente averiguar exactamente dónde era su casa, y hoy me propuse averiguarlo y pegarme una vuelta que me sirviera al mismo tiempo de inspiración y para ver si había alguna referencia hacia su persona en la zona.

Dos minutos de simple googleo me alcanzaron para encontrar la dirección: Rodríguez Peña y San Martín. Luego, entré a Mapas Clarín para fijarme exactamente dónde era (no conozco mucho la zona). Solamente diez cuadras desde mi casa!!! Agarré la cámara de fotos y las llaves y salí.

Agarré derecho por Hipólito Yrigoyen, unas siete cuadras que caminé muchísimas veces en mi vida. En Rodríguez Peña doblé a la derecha; desde ahí son unas tres cuadras hasta San Martín. La zona tiene casas hermosísimas; chalets muy bonitos y grandes, calles empedradas y muy arboladas. Realmente da gusto caminar por ahí.

En fin, llegué a la esquina citada y me puse a buscar referencias. Encontré tres, y se las muestro a continuación, en el orden en que las encontré.

Lo primero que encontré es esta pintura en la pared de una casa, que no es la casa donde vivía él, como descubrí después. Alguien sabe si la frase realmente es de él?

En la esquina opuesta, unos minutos más tarde descubrí este cartel, bastante enigmático por cierto. (Dónde demonios es "a metros de esta esquina"? Derecha, izquierda, arriba, abajo...?)

Y por último, en el jardín delantero de una casa muy linda, tras las rejas, descubrí este cartelito, que hizo que no buscara más.
La casa no la fotografié porque no importaba... era muy nueva para tener nada que ver con Julio. Y además, hay mucha vigilancia privada por esa zona, y no quería que me vieran sacándole fotos a la casa de la gente.

Más tarde, ya en casa, busqué un poco más acerca del tema y me encontré con esta nota en InfoRegión, en la que se entrevistó a la dueña actual de la casa, que dijo no estar enterada hasta poco tiempo antes de la misma de que Julio Cortázar había vivido ahí. En la misma nota, la señora dice que la casa nueva se empezó a construir en 1992, y que la vieja la tiraron sin ningún remordimiento, "porque no sabíamos que había sido la vivienda de Cortazar". Curiosidades de la vida...

Me dí una vueltita por el barrio, conversando un poco con el fantasma de Julio y me volví a mi casa. Den por descontado que ahora que sé dónde es, voy a volver a visitarlo cada vez que me falte un poco de inspiración.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Ecología: El mito del tacho de basura

Durante nuestra niñez, nuestros padres, maestros y aledaños nos enseñan (si somos lo suficientemente afortunados, claro) a no tirar papeles en el suelo. Sobre todo en casa, el colegio, la calle, etc. Con el tiempo lo aprendemos, y nos sentimos re-limpios cuando, caminando por la calle, tiramos el papel del caramelo en el tacho de basura, o nos guardamos el envoltorio del alfajor en la mochila hasta que lleguemos a algún lugar donde haya tacho.

Pero el otro día me puse a pensar, y la realidad es que, lo tiremos donde lo tiremos, el papel de nuestro alfajor va a terminar en el mismo lugar (algún basural en la Provincia de Buenos Aires). Es cierto, colaboramos muchísimo con los que limpian y con el prójimo si arrojamos la basura en los cestos que están dispuestos para tal fin. No dejemos de hacerlo. Pero eso no es ser limpio. Cuál es el secreto, entonces? Qué podemos hacer para ser más limpios? Ésta es mi recomendación

* Generar la menor cantidad de basura posible. Paremos de usar tantas cosas descartables.

Puede sonar medio raro al principio, pero si se fijan con cuidado en su vida cotidiana, se van a dar cuenta de que generamos mucha más basura de la que realmente necesitamos.

Por ejemplo: vamos a comprar comida para llevar al mediodía. En el lugar donde nos venden la comida nos la dan en una bandeja de tergopol, y nos ofrecen cubiertos descartables, sobrecitos de adherezos, sal, etc, y nos ponen todo adentro de una bolsa de plástico, que nos llevamos muy alegremente. Es realmente necesario todo esto? Qué nos cuesta tener un par de cubiertos de metal, envases grandes de adherezos que podemos compartir con nuestros compañeros y amigos y ahorrarnos la bolsa de plástico? Muy poco. Sumen toda esa basura acumulada en el tacho y saquen una cuenta de cuántos kilos son a fin de mes.

Otro: vamos al dispenser de agua mineral. Retiramos un vasito de plástico, lo llenamos de agua, la tomamos toda y tiramos el vasito a la basura. O sea, generamos un vaso de plástico de basura en 1 minuto! Éste es una de los hábitos que yo tenía y modifiqué. En la oficina hay vasos de vidrio y tazas, y los uso siempre. De esta manera, genero unos 2 o 3 vasitos de plástico de basura menos por día.

Seguramente muchos estarán pensando que no es tanto lo que mejoramos las cosas de esta manera. La realidad es que si todos nos tomamos esto en serio y empezamos a cambiar estos hábitos que cuestan realmente poco, podemos ayudarnos a vivir mejor a todos. Solamente hay que pensar un poquito antes de actuar =)

Un dato: en Estados Unidos, los vasos descartables por lo general son de papel. Allí, se talan 150.000 árboles por año, y se generan 1.600 toneladas de basura a causa de esto. No tomemos este ejemplo.