Siempre odié a mis relojes despertadores. He tenido que cambiarlos unas diez veces porque mis apagadas violentas hicieron que los estrellara contra el piso y dejaran de funcionar. En plena vigilia, me resulta cómico recordarme tirando manotazos ciegamente, como intentando matar alguna cucaracha. Pero esta semana sufrí tanto al que tengo ahora (es uno de esos que aceleran y suben el volumen cada vez más) que me inspiró a escribir esto. Es una actividad que se me ocurre muy terapéutica y relajadora.
Paso a paso, sería así:
- Vayan a donde sea que compren sus despertadores y compren uno nuevo, que haga bastante quilombo. Lo van a necesitar más tarde.
- De vuelta en sus casas, vayan a sus piezas y tomen el despertador que tanto les hincha las pelotas a la mañana. Llévenlo hacia la mesa de la cocina y pónganlo más o menos en el centro.
- Busquen un martillo bien pesado; puede ser una maza también (aunque es más peligrosa para la mesa).
- Hagan que el despertador suene y empiecen a darle martillazos sin asco. Griten de manera tal que los gritos tapen el sonido del despertador hasta que ya no sea necesario gritar más porque haya callado para siempre.
- Junten los pedazos que hayan quedado por ahí (al menos los más grandes) y tírenlo a la basura con la solemnidad del caso.
- Pongan el despertador que compraron en el primer paso en el lugar del anterior.
- Repitan el proceso cada 6 meses.
Por la naturaleza de estas máquinas del demonio, imagino que si las piezas más chiquitas quedan tiradas por el piso, cuando andemos en medias por la cocina nos las vamos a clavar en la planta del pie durante meses y meses. Así que recomiendo una limpieza exhaustiva del lugar del hecho. Piensen cuánto mejoraríamos como personas si todos hiciéramos esto!
17 comentarios:
Se aceptan videos de youtube para ilustrar este post :)
Yo lo haría también con la notebook del laburo y con el celu
Maxi: Yo a la notebook la quiero; al cel no, pero no me llama casi nadie por suerte :)
Hay un despertador-alfombra que sólo para de sonar cuando te parás arriba... aunque, claro,te evita la satisfacción de la destrucción.
Puedo aplicar este proceso terapéutico-destructivo a mi televisor?
Gracias,
Hernan, de Caballito
(como si a la gente le importara de que barrio vivís cuando hacés una pregunta)
jajaja los despertadores no sirven, aun agradezco vivir con mis papás.. y tener a mi mamá todas las mañanas acariciandome la espalda para despertarme :)
Apoyo la moción.
Yo uso de despertador al celu y siempre elijo tonos "neutrales". Si pongo alguna canción, empiezo a odiarla a la 2° mañana y me despierto con una sensación muy incómoda.
No uso despertador precisamente por eso, los revoleo y mueren...
Apoyo la causa!
En mi caso, me despierto con la alarma del celular... Pero elegí una melodia tranqui... Anque debo confesar qeu mas de una vez pense en estrellarlo contra la pared...
Por suerte, reacciono a tiempo... ja!
BEsos.-
Cenicienta: Yo me tiraría de la cama para apagarlo y seguiría durmiendo en la alfombra...
Hernán: Podrías; pero qué se yo. Podés simplemente no verlo y listo.
Mell: Cuando iba a la primaria y mi vieja me despertaba la odiaba un poco, debo reconocer.
Flor: Odio mucho el celular; pero tengo que cuidar de no destruirlo, porque me lo dieron en el laburo.
Viviuska: :) bien!
E100luz: Yo no sé cómo nho lo hiciste todavía. Si uno el odio que le tengo al celular con el del despertador, creo que es insuperable.
seria destruir mi celular jaja
M: Jaja otra más! Soy el único viejo que tiene despertador?
es lo más probable, que de aquí sea el único que use despertador, yo también uso el celular, con una canción muy particular.. esa de la pelicula pesadilla, 1.. 2... maldita canción, pero tiene un buen efecto, despertarme y levantarme, aunque sea del susto, ahora último debo buscar otra canción de miedo, por que esa ya no me produce lo mismo... y siempre ando atrasada por la vida...
la hinchada desespera, queremos otro post desorganizador
Ya vendrá don Hernán; espere pero no desespere.
mmmm....
un despertador cada 6 meses, dos al año, multiplicado por 40 millones de argentinos, si pretendemos estadísticas localistas nomás.... nos daría un total de 80 millones de resortes, agujas, vidrio y metal retorcido apilandose en los campos e invadiendo los ríos. Del otro lado del mar, las empresas duplican sus chimeneas para forjar más y más piezas... No es lo más ecológico, me parece.
Digo, está bien que uno cada tanto se de un gustito, hace bien a la felicidad, pero que los vicios de pocos no se masifiquen! enchamiguémosnos con el tiempo, reciclemos las energías, NO VAYAMOS MÁS A TRABAJAR, al menos por las mañanas :D
saludos!
sauria: Bienvenida! La verdad que tenés razón acerca de las implicancias ecológicas. Prometo no hacerlo :)
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